- Por favor, no molesten

He esperado unos días para ver en qué quedaba el último repaso judicial que les daban a los señores Andreo y Morales, que se han convertido en el hazmellorar de nuestra Región, una vez saciados de reír por la pantomima que abogados y acusados están montando en el Tótem de marras, que contempla cómo una sociedad puede seguir dando alas y pico a estos pájaros políticos, con todo su innegable derecho a defenderse, faltaría más.

Visto el desfile de personajes imputados por el TSJ, nuestros paisanos han protagonizado singulares actuaciones ante los medios de comunicación. Como si el asunto no fuera con ellos, salen de vérselas con los jueces y el todavía alcalde de Totana, tras su profundo periodo de reflexión, ruega que no le molesten, que se va a trabajar a su pueblo, a seguir en el sillón que, cuando acabe su mandato, habría que mandar al almacén municipal, debidamente fumigado para su desguace, como ejercicio de purificación política.

En cuanto al señor Morales, el todavía diputado sin darle un palo al agua y cobrando la viruta de todos los murcianos, gracias a los 200.000 del ala que hubo de apoquinar para no ir a la trena, se broncea en la Costa Cálida, porque para tomar yodo y sales marinas la depresión no se da por enterada, y así le quedan todavía sus vacaciones oficiales para cuando le den el alta.

Y para que no quede la más mínima duda, los abogados de ambas ilustrísimas salen de los interrogatorios cerrando los casos como si fueran los señoritos del cortijo, saludando al tendido, con el chim pum, chim pum de la banda de música, y devolviendo los toros a los corrales, anunciando que el proceso está falluto, que aquí paz y después gloria y que por tu culo un chorro de avispas.

Y de este modo nos hemos metido en toda la crudeza del verano murciano, sol y más avispas, con los mensajes subliminales de los señores letrados defensores intentando convencernos de que, pese a todo lo que se escucha en las conversaciones telefónicas, hay que cerrar los casos y que no nos mareen más con tanta tontería totémica. Y, mientras tanto, el sumario ya es más popular en Totana que la habanera “Las 3 de la mañana” y que no solamente se instruye el delito de cohecho –que es lo que acaba de abordar el TSJ- sino otras lindezas que adornan las fichas delictivos de nuestros personajes: falsedad en documento público, falso testimonio, omisión del deber de perseguir el delito, prevaricación, fraude, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, infidelidad en la custodia de documentos... Que el pueblo de Totana se entere de una vez que todas estas irregularidades constituyen materia de de-li-to, bien deletreado para que se entienda bien.

Se saben tantas cosas de lo sucedido en Totana que el coordinador de IU, José Antonio Pujante, no tiene ningún remilgo en llamar al señor Morales “sinvergüenza y chorizo”, mientras al señor Andreo, al que no hay que molestar cuando esté trabajando en la alcaldía de sus entretelas, le suelta con toda solemnidad la frase “Andreo es claramente un corrupto”. La temperatura verbal se pone a la altura de la ambiental. Habrá que cantar aquello de “Abaníqueme Vd., por favor, qué mareo que tengo yo”...

Mientras tanto, los señores imputados se resisten a asumir sus responsabilidades políticas largándose a casa, y, si lo quieren, hasta en procesión con los que tanto defienden lo indefendible, puesto que nosotros no entramos en profundidades judiciales ni responsabilidades penales, que no nos tocan ni nos rozan siquiera.

Por favor, dejemos tranquilos al señor alcalde, ya reflexionado, y al señor diputado, ya de primeras vacaciones, que bastante tienen con aguantar la sarta de lindezas que les vienen dedicando por toda la rosa de los vientos, de lo que, al parecer, ni se enteran ni ganas que tienen. Y mientras tanto alcalde y diputado, en cárcel técnica, siguen ocupando sus inmerecidos cargos, tomándole el pelo a sus votantes, al pueblo de Totana y, si me apuran, a toda la corte celestial porque esto clama al cielo.

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