- Breve diccionario de la “OPERACIÓN TÓTEM” (1)

Iniciamos hoy una mini-serie bajo el título Breve diccionario de la Operación Tótem, donde iremos recogiendo palabras, frases y conceptos que se han hecho consustanciales a este desaguisado político que pone de manifiesto lo que son capaces de hacer algunos políticastros en materia de corrupción y lo que son capaces de traernos algunas concepciones políticas, brindándonos hechos tan vergonzosos como los que está protagonizando el parvulario político totanero, con dos alcaldes a la cabeza que, en principio, están obligados a ser los mayores depositarios del bien común, la honestidad, el buen gobierno y la transparencia. Todo lo contrario de lo que nos vienen ofreciendo en esta escandalosa “Operación Tótem”, a la que, como es ya tradicional en mis artículos, sazonamos con una pizca de humor para aliviar el tremendo cabreo e indignación que nos invade por tanta desvergüenza, tamaña caradura y semejante desprecio al prójimo.

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ALCALDES FAMOSOS.- Está claro que tras los alcaldes de Zalamea, Nueva York, Marbella y el de Murcia, que lleva más de tres lustros diciendo las mismas cosas (y que ahora multa a los ciclistas que cruzan por la plaza de Belluga, tras el incidente de un ciclista con su hija, camino del colegio, que fue salvada del atropello por el ángel de la guarda -según papá alcalde- todavía en activo con los militantes del pepé) el actual de Totana y su antecesor y maestro de maquiavelismo urbanístico, Morales, han pasado a la lista de famosas autoridades (de ilustres no diría tanto) con un singular sentido de la decencia política. La Historia de Totana debe ponerlos en una lista –la lista negra,- aparte de la oficial como Alcaldía Mayor, iniciada en 1713 con el doctor don Jerónimo Osilia Rayo, con el cargo de Alcalde Mayor, Juez de Residencia y Capitán a Guerra de la Villa.

“A VER SI ECHAMOS YA A ESTE TÍO”.- Frase atribuida al presidente Valcárcel, que se le ha atravesado (Andreo) más que una viga, aunque el “panochari” lleva el camino equivocado, ya que Andreo (el atravesado), al estar expulsado del paraíso pepero por haber querido comer más manzanas de la cuenta, no tiene más paraguas político que el que le prestan los concejales gobernantes de su ex-partido, todos metidos en el fregado (algunos hasta las cejas y otros hasta salva sea la parte) que son, precisamente, los que el señor Valcárcel debe mandar a los corrales, como los mansos conducen a sus parientes, y entonces a ver qué pasa, cariño.

DEPRESIÓN.- Eso que le asalta a algunos políticos cuando tienen que dar la jeta y que, tras consultar a los mejores doctores del género, acaban por no ir a trabajar (pero cobrando la viruta mensual, naturalmente) y, a cambio, hacen el esfuerzo de irse a la playa a ver si el yodo, los vientos alisios y las profesionales de la buenaventura les devuelve el sosiego perdido y hallado en el templo. Algo parecido, si no es lo mismo o peor, le pasa a nuestro paisano Juan Morales, ex-alcalde, que esquivó ir a la trena por una fianza de aquí te espero, y diputado por la gracia de Dios, al que le deseamos un pronto restablecimiento y que vuelva presto al trabajo, que lo echan de menos sus colegas. Que no confundan los lectores esta depresión con la del 29, que, aún no teniendo nada que ver, ambas fueron gordas.

ESTUPEFACCIÓN.- Estado en el que se encuentra buena parte del pueblo de Totana y españoles informados de lo que está sucediendo en este pueblo, frente al resto, más inclinado por mantener el estado de PUTREFACCIÓN al que han llevado a este municipio que entiende la política como un maza con la que, al estilo picapiedra, hay que machacar al contrario por pensar de manera diferente. Por ahí también los llaman “fachas”.

FAVORES.- Los que enriquecen el sumario de la Operación Tótem como presuntos delitos del señor alcalde Andreo y que el pueblo soberano, tan juicioso como siempre, proclama a bombo, platillo, tambores, cornetas y campanas parroquiales como favores. Como “la Dolores” de Calatayud pero sin juergas.

JOSÉ MARTÍNEZ ANDREO.- Alcalde de Totana, pese a su condición de ex-presidiario, con dos meses de experiencia carcelaria sin dejar de llevar la alcaldía desde las rejas (¡oh, sublime quehacer!), “fianzero” de 70.000 euros para dejar la experiencia ahí y acreedor en el sumario de la “Operación Tótem” de una buena lista de delitos (los famosos “favores” de sus fans). Con esta tarjeta de visita, cualquier cagamandurrias, perdiciones, saltalindes, follapavas, tuercebotas, juanlanas, cagalástima, pierdecasas, averías o pijoaparte, por mencionar unos pocos arquetipos de posibles candidatos en semejantes circunstancias, podría acceder a la alcaldía de Totana, eso sí, sabiendo firmar y las cuatro reglas.

JUAN MORALES.- “La madre del cordero” de la “Operación Tótem”, que por el bien de Totana llegó a firmar más de 60 convenios urbanísticos, en los que casualmente y sin ánimo de lucro había unas cuantas parcelas por ahí esturreadas para construir algunas marraneras, algún palomar y cosuchas por el estilo. De todo esto surgió la “Operación Tótem”, a lo que Morales respondió “A mi, que me registren”. Y en esas andan. De momento le han sacado una fianza supermillonaria para que pueda lucir el bronceado de nuestra incomparable Costa Cálida. Ha declarado ante el TSJ pero su abogado dice que “el jueves vendrán los carros” y, aclarando algo más a las preguntas de los chicos de la prensa, que “matraqueras, pan de Lorca”. Después se marchó a la playa (el abogado, no, Morales), puntualizando “No me mareen más, por favor”. Y, mientras tanto, en la Asamblea Regional lo esperan con los brazos abiertos o en cruz, como cantaba “la Niña de Antequera” en sus buenos tiempos.

NOCHEBUENA EN LA TRENA.- Movimiento socio-litúrgico con bendición carcelaria incluida promovido por los “andreístas” para apoyar al alcalde entre rejas, como en la copla pero sin geranios ni moza. Tan popular se hizo esta especie de romería-bus y tan a pecho se lo tomaron tantos de los peregrinos que ya se ha hecho proverbial aquello de “¡Sí, yo también fui a Sangonera, ¿pasa algo contigo?!” Y casi te pegan estos tan cristianos y apostólicos.

OPERACIÓN TÓTEM.- Como la cosa venía de Totana, echaron mano de las tres primeras letras para disimular y así nos llegó uno de los mayores espectáculos políticos de los últimos tiempos donde el pepé “no sabe, no contesta”, como proclama cuando la corrupción les toca de lleno. Alcaldes, gobernantes en el Ayuntamiento, policía, empresarios de aquí y de allá andan metidos en el pringue con fianzas para poder circular por el pueblo, mientras el alcalde, en un arrebato de mística urbana, se dedica a presidir procesiones y a pedir la adhesión popular con la vara que le sobrepasa su decencia política y que, más que una vara, podía llevar un garrote en su condición de homo rusticus.

“PEPE, NO TE VAYAS”.- Grito de guerra de los “andreístas” recalcitrantes y con cafeína, que, unido al de “Pepe, estamos contigo” y similares, han animado los inicios de la “Operación Tótem” hasta con pancartas en los plenos, como si fueran a ver al Olímpico. Ni qué decir que Pepe no se ha ido, no es necesario que salga pregonado en pancartas ni en camisetas ni en calzoncillos publicitarios.

PLATAFORMA POR EL BUEN NOMBRE DE TOTANA.- Lo normal es que este frente popular hubiese sido diseñado contra el alcalde, por ser él, con la inestimable colaboración de Juan Morales, el culpable de que el nombre de Totana anduviese de la Ceca a La Meca y de Herodes a Pilatos asociado a la corrupción urbanística. Pero es bien sabido que el pepé es especialista en darle la vuelta a la tortilla, comer sopas con honda y confundir el culo con las cuatro témporas, así que no debe extrañar a nadie esto de la plataforma, más para el “¡sálvese quien pueda, el primero el alcalde!” que defendiendo el nombre de Totana, que no tiene ninguna culpa de tener gente tan medioocre (sí, medioocre) y un alcalde tan quemasangres.

PROCESIONES.- La nueva vocación del todavía alcalde de Totana, que las preside con su vara de “autoridad”, aunque tengan lugar sobre un bancal, y que cuando alguien le habló de las procesionarias (las de los pinos, claro), le preguntó:
.- ¿Y a qué hora sale?

SANG-SANG.- Todos conocen la famosa prisión de Sing-Sing, llevada al cine y a la literatura en repetidas ocasiones. Menos conocida pero en camino de serlo es la nuestra de Sangonera, que, para abreviar y darle un poco de marketing, podríamos llamar desde ahora y en adelante, Sang-Sang, que parece que queda como más “in”. (Se aceptan opiniones e incluso disidencias).

.............................(continuará)

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