- Desde Sangonera con amor

Está visto que el episodio del alcalde de Totana entre rejas, con la consiguiente pataleta de sus allegados, está logrando la más altas cotas de ridículo, desfachatez, ignorancia cívica y desprecio a las instituciones que nos hemos tropezado en nuestra existencia de ciudadanos tirando a normales y corrientes.
Pero la historia no termina con las camisetas (“Yo también soy Pepe Martínez”), cuyos fondos podrían haberse considerado como ingresos extra-presupuestarios del Ayuntamiento de Totana, tan esquilmado de viruta desde que los convenios urbanísticos están bajo la picota: ni con la concentración navideña ante la cárcel, liturgias civiles y religiosas incluidas y aparte, y las manifestaciones que nos llegan del triste y endeble invento de la plataforma y las de la presidenta en funciones del pepé totanero, que harían saltar el corrector de textos de cualquier sistema informático,
Ahora, el guión se ha trasladado a la actividad municipal desplegada por el alcalde desde su celda o desde el recreo, tanto da. Como si aquí no hubiese pasado nada y todo esto perteneciera al género ciencia-ficción, el alcalde –ese “tigre político”, como le llama su concejal portavoz del grupo municipal popular, seguramente porque debe andar de uñas, no es para menos- no sólo se permite el fino detalle de mandar a sus convecinos de Totana una felicitación navideña con una buena carga nostálgica y sentimientos familiares (totalmente legítimos y comprensibles) todo espolvoreado con el azúcar de su consideración de inocente y lanzando el mensaje –poco navideño éste- de que hay una especie de confabulación y que Dios hará justicia. .
Ahora acabamos de leer y escuchar que el alcalde, que ya lleva más de un mes en prisión, y cuya estancia no tiene precisamente el carácter de una excursión ni de una broma pesada por parte de los jueces, va a presentar los presupuestos 2008 del Ayuntamiento de Totana. Estamos ante una tomadura de pelo con desprecio a los totaneros y desafío a lo que la Justicia con mayúsculas está investigando y resolviendo, para lo cual, mientras tanto, cree muy conveniente mantener al alcalde entre rejas y mantenerlo bien alejado de los papeles municipales, en evitación de que pudiera deshacerse de ellos.s.
Me entristece escuchar a algunos concejales del Ayuntamiento de Totana cuando afirman que su alcalde “no ha metido la mano” y que por eso ya es inocente. Hasta ocho delitos se le imputan por los jueces. No quiero pensar en lo que habría pasado si la “operación Tótem” se hubiese acunado en los brazos de la oposición. Ya conocemos de sobra las buenas maneras de los simpatizantes del pepé para mostrar su disconformidad política en la Plaza de la Constitución, apedreamiento de un alcalde incluido. Son únicos para dar clases de democracia. Es curioso, pero siempre están en disposición de llevarlos al Guinness.
Señoras y señores, Totana tiene un alcalde de lo más curioso. Está en la cárcel pero desde allí sigue rigiendo los destinos del pueblo, pese a los 8 delitos 8 que le han endilgado los encargados de endilgar estas cosas. No sé si esto es para echarse a reír o para ponerse a llorar. Yo creo que para las dos cosas. Estemos atentos porque nos llegan insólitos mensajes desde Sangonera para nuestra gobernación, pero eso sí, con amor.

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